Hola a tod@s.
Después de unos cuantos años practicando esquí de travesía,
hace ya ….., ufff ni me acuerdo el tiempo, que colgué los esquís y me pase al
snowboard.
Muchos años de tabla en la mochila, raquetas y pateadas por
la montaña para disfrutar de esas bajadas únicas……. Las que no se encuentran en
las pistas después haber subido en un remonte.
Pues bien, después de unos cuantos años detrás del tema, el
año pasado hice adquisición de una SPLITBOAD. En mi caso, mi queridísima “The
Solution” de Jones Snowboard en la medida 168W. (Jajajaja, pesaba unos 15 Kg más que ahora).
Si alguien no sabe de que se trata el Splitboard, aquí os
dejo un enlace a una revista digital sobre el tema:
Gracias a los amigos de splitboard.cat por el trabajo que realizan.
Todo cambio desde ese momento, volví a adentrarme en la
montaña de una manera mucho más natural, más integrada en la actividad que
realizamos, utilizando la misma herramienta tanto para el ascenso como para el
descenso.
Volví poco a poco a familiarizarme con las sensaciones de
foquear, mucho más atractivas que andar con raquetas y cargando la tabla a la
espalda, PERO…………
Aquí es donde entran mis reflexiones, sobre todo basadas en
mi experiencia previa con el esquí de travesía:
El Splitboard se trata de un deporte muy joven, a pesar de llevar unos cuantos cuántos años fabricándose este tipo de tablas, creo que le queda mucho camino por recorrer.
Las tablas son
muy pesadas.
Si, se trata de tablas fabricadas específicamente para el freeride, en mi caso con alma de madera, que tienen un rendimiento impresionante en bajadas por todo tipo de nieves y esto las castiga en su peso final. (Comparando con esquis de freeride no con las plumas utilizadas en competición de esquí de travesía).
Si, se trata de tablas fabricadas específicamente para el freeride, en mi caso con alma de madera, que tienen un rendimiento impresionante en bajadas por todo tipo de nieves y esto las castiga en su peso final. (Comparando con esquis de freeride no con las plumas utilizadas en competición de esquí de travesía).
Los kit de Voile,
como la solución más utilizada para montar en este tipo de tablas, también es
pesado y ni decir tiene que si utilizamos nuestras fijaciones normales de
snowboard, junto con la placa de Voile estamos agravando enormemente el
problema del peso.
Por fortuna, últimamente
hay varios modelos de fijaciones específicas para splitboard que reducen el
peso y nos acercan a la tabla al no tener que utilizar una placa auxiliar.
Otro de los problemas
más importantes es, que la anchura de los patines de los splitboard una vez
separados y puestos en modo ascenso (lo cual no tiene solución), unido al uso de botas blandas, hacen que
la transmisión de fuerza al canto sea un verdadero sufrimiento al realizar
diagonales en nieves duras, incluso en nieves primavera con fuertes pendientes.
El uso de los
crampones o cuchillas mitigan el problema, pero la flexión lateral de la bota blanda a la altura del tobillo
sigue haciendo de estas maniobras algo muy incomodo.
Recuerdo que en el
esquí de travesía esto no pasaba, al utilizar una bota dura (y tambien un patín más estrecho) era relativamente
sencillo al apoyar el peso del cuerpo en el lateral de la bota y poder
transmitir esta fuerza al canto resultando las diagonales mucho más cómodas y
naturales.
Ahora mismo hay en el mercado un kit para poder acoplar el sistema de conexión Dinafit para esquí detravesía a las tablas de splitboard, lo cual está muy bien si te gusta la bota dura, pero ¿y para todos los que somos incondicionales de las botas blandas?
También comienzan a salir al mercado como novedad este año botas blandas específicas para splitboard con flexiones asimétricas que imagino mejorarán mucho aportando rigidez a la torsión lateral del tobillo. Aparte de montar una suela Vibram que nos facilitará enormemente el tabajo al patear y al colocar los crampones.
Mi conclusión es que se trata de un deporte joven, con una proyección brutal, lo cual hará que en unos años el material sufra una gran evolución que haga que ni nos acordemos de los problemillas con que nos podemos encontrarnos en estos momentos.
Con esto no quiero
disuadir a nadie de pasarse a esta disciplina, todo lo contrario, simplemente
mostrar algunos de los problemas con los que se van a encontrar.
Puede que tengamos que arrastrar algún gramo más, que nos tengamos
que echar la tabla a la espalda algo antes que los que suben con esquís, pero
esto no es motivo para abandonar, ya llegará el momento de la bajada y “ EL QUE
RÍE EL ÚLTIMO RÍE MEJOR”.
Se agradecen comentarios sobre el tema comentando vuestras impresiones al respecto :o)
Saludos.
Se agradecen comentarios sobre el tema comentando vuestras impresiones al respecto :o)
Saludos.
Buenas!
ResponderEliminarBuena reflexión, aunque el peso final tampoco dista tanto de un ski de freeride puro y duro. Pongamos 100mm de patín y una fijación tipo Marker Duke o Diamir Freeride. Al menos en mi caso con una The Solution 161 y Spark R&D Blaze. En cuanto a la transmisión, nada que objetar, queda mucho trabajo por hacer y de momento sólo nos queda intentar ganar algo de rigidez con las botas y machacarnos técnicamente. Soy defensor de la bota blanda. El día que tenga que ponerme bota dura, me pasaré al ski, jeje! Saludos!!
www.nofriendsonpowderdays.blogspot.com
Hola David.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario.
Tengo intención de realizar un comparativo real de pesos entre unas tablas de esquí freeride y mi tabla de splitboard (recuerda que es una 168W con el pequeño aumento de peso que conlleva).
Utilizaré mis fijaciones de pista con la placa de Voile y las nuevas Spark Burner que ya tengo pedidas y pendientes de que me lleguen :o)
De este modo podremos tener datos y diferencias más concretas.
En cuanto a que queda mucho trabajo por hacer, estoy totalmente de acuerdo contigo, y estoy convencido que en muy poco tiempo tendremos grandes mejoras.
Un saludo.
muy bueno el artículo
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