martes, 7 de febrero de 2012

ESCALADA EN HIELO_ LOS COLGADIZOS

Muy buenas a tod@s, después de unos días viendo el temporal en la tele, teníamos unas grandísimas ganas de ver lo que había caído en el Circo de Gredos, pero como ya sospechábamos todo ha quedado en agua de borrajas. No obstante fuímos, pero dejando las tablas en casa y echando los bártulos de escalada al coche.
Antes de salir compruebo, que lo que dicen las noticias y las páginas meteorológicas es verdad y que estamos muy por debajo de cero, -8´5º C Brrrrr!!!! que frío.


Con mucho de esto, pero con más ánimo e ilusión que otra cosa, salimos escopetados para la plataforma, allí nos encontramos según termómetro del coche -12ºC,  encima el día está nublado y hace mucho aire.

Os podéis imaginar la sensación térmica que tenemos. Allí mismo en el coche decidimos subir con los chalecos de plumas debajo de la chaquetas de Gore-Tex, el problema que ya intuíamos, es que, si sudamos este va a acabar calado, algo que en mi caso fue cierto.

Subimos por las Escareruelas y observamos que hay nievecilla por encima del empedrado, pero no hay que confiarse debajo existe una sutil placa de hielo que en algunos puntos ocupa sus 8-10 cm de espesor.

Tras salir de esta zona que es heladora y viendo que las rachas de viento son muy fuertes, decidimos aparcar los objetivos iniciales que teníamos para  otro día y allí mismo decidimos acercarnos a los Colgadizos, "escuela de hielo" para muchos de nosotros, justo debajo de las cumbres de los Altos del Morezón. Discurrimos por un paraje helador, más parecida a la tundra siberíana que a nuestra querída Sierra de Gredos. Avanzamos por el Prao de las Pozas siguiendo el desarrollo del Arroyo del mismo nombre que es el que alimenta las cascadas de hielo.



Una vez allí, no sin más de una colada en las "benditas pozas" cubiertas por nieve venteada.
Vemos, que no somos los únicos que hemos decidido hacer estas cascadas. Inicialmente nos inclinamos por escalar, de las tres que se ven en la foto, la de más a la derecha, que es más vertical, pero una vez bajo ella, vemos sorprendentemente, que el estado del hielo no está muy allá, parece mentira pero por el mismo hielo cae agua.


Así que viendo que la cordada que estaba anteriormente en la cascada central se marchan, optamos por ella.
Una vez allí, y decididos a hacer un  buen reportaje vemos que el frío intenso sólo nos deja tirar una o dos fotos y agota las baterías.


Así que, de la ascensión únicamente tenemos la de la base, antes de empezar y las de la vuelta. Por tanto, tendréis que creernos lo que os contamos, que seguro que no os defraudará y os prometemos que, a la próxima os pondremos más fotos, habrá que llevar dos cámaras. JaJaJa!!!



Inicia la escalada de primero, nuestro amigo David y que una vez encaramado a la pared y habiendo subido ya un par de metros, se dispone a meter su primer tornillo de hielo, después de muuuuchos años sin practicarlo, parece que no se le ha olvidado pero este primer tornillo no entra entero y es otra muestra de que el espesor del hielo no es tan generoso como pensábamos en un principio, también se observa, él arriba y yo abajo, que pese al puñetero frío y aire que hace, la pared chorrea agua, poco pero chorrea.

David va cogiendo altura y va poniendo tornillo tras tornillo y yo desde abajo pienso para mi, a este pájaro no se le ha olvidado nada, yo al mismo tiempo estoy helado y mis sospechas de que el chaleco está húmedo se están haciendo realidad.
 
Según le voy dando cuerda veo que cada vez me cuesta más que ambas discurran correctamente por el bloqueador y observo que cada vez la cuerda está más rígida, yo a David debido al resalte superior que hay por arriba, ya no le veo y me indica que está montando la reunión y que empiece a  subir a su señal. Mi estado de ánimo es muy bueno pese al frío, pero pienso que este pasará una vez me ponga en movimiento.

¡Tengo unas tremendas ganas de comenzar y así estrenar mis nuevas herramientas! unos piolets Edelrid Gladius Pro.

Comienzo la ascensión y me detengo frente al primer tornillo, viendo que me cuesta un riñón abrir el mosquétón para liberar la cuerda, está totalmente helado, también veo que la cuerda, que está en doble parece una única en simple, está todo congelado, sigo con la ascensión y veo que la cuerda David no la recupera con celeridad y que tengo una pequeña comba dura entre las piernas le doy un toque y cual es la sorpresa de que me dice que le está costando un montón el recoger cuerda pues por el bloqueador no pasan las cuerdas, es en ese el momento, en el que decido encaramarme al tornillo  y a los piolos hasta que el resuelva la situación.

Es acongojante verte en esta situación, no me puedo imaginar si esto te ocurre a cientos de metros, es la primera vez que esto nos ocurre en muchos años de sierra que llevamos. Finalmente, mi compañero soluciona magistralmente la situación y yo prosigo hasta que llego a la reunión. Está verdaderamente extenuado del esfuerzo de recoger cuerda, es tremendo, tanto que, hasta perdimos un mosquetón que posteriormente recogeremos; en unos momentos experimento en mis carnes el esfuerzo de asegurar y recoger cuerda, pues decidimos salir de ahí rápidamente por la izquierda de la repisa y una vez llegada a una posición cómoda, coloco una reunión para que mi compañero salga de la heladora y a la vez chorreante reunión.

Tras estos momentos y lamentandonos una y otra vez de no poderlos inmortalizar ¡Es que era sorprendente de verdad! Recogemos los achiperres y la cuerda, que realmente no sabemos, si plegarla, plancharla, doblarla o qué¡¡, es toda un bloque.
Menos mal que tiene tratamiento DRY sino, nos da algo.

Recogido el chiringuito, salimos por encima de las cascada dirección a los Altos del Morezón, el hielo y la nieve están muy presente en estos corredores y además, su discurrir por ellos es un poco complicado porque hay mogollón de cantidad de nieve venteada y en ocasiones, te metes hasta el corbejón, lo que dificulta enormemente la progresión, una vez superados los tramos más complicados, decidimos abolir la  decisión de hacer cumbre debido al vendabal existente a estas cotas, arriba seguro que es mucho peor, por lo que decidimos finalmente bajar de nuevo por la falda de Navasomera y recoger el "mosquetón escapista".

A partir de este momento, pudimos hacernos una foto con un sol de justicia, que duró el  mismo tiempo que hacíamos la foto.



Finalmente, salimos escopetaos a la plataforma, superanimados con la recompensa que nos espera, la superración de oreja al ajillo y un bocata que no se lo salta un nublado, en el bar de nuestro amigo Roberto "La Bodeguilla".


Esto es, lo que ha dado de si, este fin de semana desapacible de sierra.

Un saludo y hasta la próxima.







No hay comentarios:

Publicar un comentario