Muy buenas amig@s, os presentamos nuestra primera "gran locura" en esto de la bici, unir Avila con Segovia, una ruta larga y algo exigente por lo menos con nuestras posaderas, pues es la primera vez que nos enfrentamos a una distancia de tal calibre.
La ruta, aunque fácil de seguir, tiene sus cosillas que os explicaremos a continuación.
Datos de la ruta:
Puntos de Interés:
Hace unos meses, cuando retomamos esto de la bici y tras unas cuantas salidas, nos empezó a entrar el gusanillo de hacer alguna ruta con algo más de dificultad y cómo no, lo más fácil para ello es aumentar el kilometraje.
Todo esto, unido a la exploración de nuevos caminos y a la obsesión de atravesar ciertos tramos de la ruta por distintos puntos y parajes, hizo que todo fuese tomando forma; además es una buena excusa para ir a comer cochinillo. :-)
El día elegido, el día 30 de junio y la andanza la íbamos a realizar cinco amigos, que cada uno la ha estado preparando a su manera, unos saliendo con puntualidad germana todos los sábados y fiestas de guardar por sendas y caminos, otros por carriles bici abarrotados de personal y otro .... "a este no le hace falta entrenar, trabaja entrenando".
El caso es, que madrugamos de narices y comenzamos la ruta a las 7:00 AM, partimos del parking del C.C El Bulevar metiéndonos por el paso inferior que cruza la circunvalación para acceder al archiconocido cordel de la Moruchas, que nos lleva al municipio de Brieva.
En estos inicios lo primero que sentimos es, que hemos acertado con el día, pues la temperatura ha caído y de que manera, después de llevar una semana bajo la ola de calor africana que no nos deja ni dormir. Pero, ¡redios!, en las bajadas hace un frío que pela y yo personalmente espero con buen agrado las primeras pendientes, para poder entrar en calor.
Desde Brieva y accediendo por un antiguo camino atravesando prados llenos de cardos y conejos, siguiendo las sendas que deja el ganado, rápidamente llegamos a Berrocalejo de Aragona, que atravesaremos por su parte Este, hasta llegar a la N-110 que la cruzaremos para acceder al camino rural que unía antiguamente este municipio con Mediana de Voltoya, siguiente objetivo. Es en este punto dónde comenzamos a acometer las primeras rampas por camino bien marcado y ancho, que nos llevará al río Voltoya tras una rápida bajada y dónde podremos observar un antiguo puente romano que lo atraviesa, que queda totalmente minimizado al lado de las imponentes pilas de los viaductos de la AP-51.
Siguiendo camino por la antigua N-110 sin tráfico alguno llegamos al cruce de Ojos Albos, donde tomaremos la nacional unos 4 km hasta el cruce con la AV-P-206 para llegar a Blascoeles.
Cabe decir, que este tramo ha sido un verdadero quebradero de cabeza para nosotros, pues no queríamos tener que pillar carretera, pero nos ha sido imposible ya que toda la zona desde Tolbaños hasta Blascoeles y desde Ojos Albos hasta Santa María del Cubillo, están gobernadas por dehesas y fincas particulares de uso agropecuario y muy celosas de mantener alta seguridad, pues tienen puertas y más puertas, altas como torres y con candados y más candados.
Es aquí, en Blascoeles, dónde empieza lo bueno de verdad, pues, primero hay que coronar la meseta, bajar al río Cardeña y volver a subir a la meseta, os garantizo que aquí se entra en calor, es en este punto de la ruta dónde se supera la máxima pendiente que subiremos en el día de hoy, con puntos que rondan el 21% y la longitud total del tramo es de 1 km. ¡Qué Km!. Aquí, ya no hay excusas que valgan hay que subir y fuera, el camino es de unos 2 m de ancho y bien definido pero lleno de cantos que dificultan el avance, tras sudar la gota gorda y a base de pedalear y darle candela al camelback llegamos arriba donde paramos para reagruparnos y para tomar un pequeño respiro. La toponimia del lugar nos indica que a esta zona se la denomina "La casa del Patrón", ¡menudas cuestas se gasta el patrón!
Retomando el camino, pillamos uno mucho más ancho y sobre todo más llano con bastante arena que dificulta el rodar rápido, que nos llevará, primero por un encinar muy poblado y después por una estepa, en la que incluso se cuenta con un aeródromo que rodearemos, al municipio segoviano de Villacastín. Es en este punto y habiendo cumplido 31.5 km y 2 h, donde paramos a retomar fuerzas en el Rte.Victoria, tras el refrigerio con bocata incluido, salimos zumbando por las calles del pueblo hasta interceptar la N-VI que atravesaremos por una pasarela. Posteriormente bajaremos por un camino estrecho y totalmente destrozado por torrenteras, hasta dar de nuevo con la N-110 que la seguiremos unos 700 m.
¡Ojo en este punto, mucho cuidado con el cruce para coger el siguiente camino, pues salimos de una curva muy cerrada de derechas y nos tenemos que cruzar a la izquierda y los vehículos que vienen por nuestro carril, No, nos ven!
Ya desde este punto, nos olvidaremos de la carretera nacional. Es por este último camino, por el que bajamos hasta el pueblo de Ituero y Lama, se trata de un caminillo poco definido y que nos lleva a entrar al pueblo por unas cercas y prados ganaderos dónde nos encontraremos un par de puertas que deberemos dejar bien cerradas. Atravesando el pueblo siguiendo la carretera, bajamos al río Piezga, dónde comienza la segunda subida del día con cierta importancia en la que, algunos nos probamos "gratamente" y otros se sorprenden, un poco desalentados por su longitud, 900 m y su desnivel en algunos puntos y que además en estos puntos el camino siempre está repleto de cantos y piedras que nos hacen patinar de lo lindo.
Una vez arriba y retomando el aliento proseguimos camino hasta el cercano pueblo de Zarzuela del Monte dónde nos encontraremos con unas ayudantes de 10, pues ellas son las que llevan los coches escoba con agua fresca y avituallamiento. Tras rellenar mochilas y botijas nos despedimos de ellas hasta el próximo punto de encuentro que será en Abades 17 km más adelante.
Es, entre estos dos pueblos, donde encontraremos una de las zonas más bonitas de la ruta. Atravesaremos la SG-232 y discurriremos paralelos a la dehesa cercana al Caserio de las Dueñas, donde está instalada la Yeguada Centurión, que la rodearemos sin dejar de observar una buena cantidad de preciosos caballos, en parajes de enormes campos de cereal junto a prados interminables, aquí el camino es ancho y muy asequible.
Una vez abandonamos estas fincas nos adentramos en una zona de rivera fluvial donde confluyen dos arroyos el Cárcavas y el Abades de poco o nada caudal es esta época del año. Es aquí dónde la ruta puede ser un tanto liosa sino se cuenta con un gps o con algún plano, pero nada del otro mundo. Nos encontraremos con una puerta ganadera muy rudimentaria y otra unos metros más adelante, esta zona se puede pasar sin tener que abrir ambas puertas por su margen izquierdo y bordeando los campos de labor.
Desde aquí el terreno se vuelve mucho más llano y con vistas mucho más extensas puesto que se abren los grandes campos de cereal, que, aunque esta imagen invita a la confianza de que el terreno será mucho más llevadero, esto no deja de ser un sube y baja continuo y por caminos anchos de concentración parcelaria pero que en muchas ocasiones se encuentran con zonas llenas de arena que incomodan la marcha que da gusto, es como andar por la playa, pero lejos del agua.
Entrando por unas choperas cercanas al pueblo de Abades nos volvemos a encontrar con nuestras "sufridoras" del coche escoba que nos dan ánimos y nos abren la nevera con una exquisita sandía fresquita que nos refresca y nos sienta de perlas, tras unos instantes de parada y cachondeo nos volvemos a montar en las máquinas y nos dirigimos "veloces como rayos" a nuestro nuevo objetivo que es el pueblo de Torredondo, 7.5 km más abajo y al que entraremos por su parte suroeste a través de un puente prácticamente derruido y que a algunos nos hace echar pie a tierra. (Días antes pasamos con un TT con un par ......¡En la garganta!)
Antes de comenzar el descenso a Torredondo, ya vemos la silueta de la catedral de Segovia que nos sube el ánimo de una manera sin igual, que a algunos les hace soñar en estos momentos con el premio final. "cochinillo para unos y bajarse del sillín para otros".
Ya con la miel en los labios del final de la etapa, cruzamos de nuevo la N-110 y acometemos una leve subida que da acceso a la localidad de Perogordo desde donde acometeremos un descenso hasta el Arroyo Tejadilla afluente del Río Eresma y que nos hace temer lo peor, ¡Si bajamos y bajamos habrá que volver a subir! y así es, 900 m de subida de regalo, con una pendiente no muy potente, pero que en ocasiones hace daño, mucho daño, ya sea por los 70 km anteriores, los cantos rodados, el calor (aunque ha hecho de cine), o que uno en este punto esta hasta los mismisimos de bici.
Una vez coronada la cuesta llegas al Hospital General y saltas de nuevo la carretera para entrar en una vía verde que hace un pequeño rodeo que nos aleja de los coches, pero que al final tenemos que volver a ver en la misma avenida para afrontar la entrada a la calle principal que nos llevará justo debajo del acueducto, final de la ruta. !!!! Lo hemos conseguido ¡¡¡¡ Aquí ya todo lo malo se olvida y comienzan los chascarrillos, los WhatsApp, las llamadas a las madres y a las novias, las felicitaciones de amigos, etc...
Y después de estos momentos de algarabía nos encontramos con la osadas Jefas de Logística y toca asearnos, (otro descojone), cargar bicis y a buscar al preciado cochinillo, que es el culpable de todo este jaleo.
En fin, esperamos no haberos aburrido mucho y que si estáis animaros a hacerla os halla servido para despejar dudas. La ruta en si no es muy complicada, pero es necesario saber sufrir un poco en la bici y echar unas horillas encima de ella. Lo ideal como fechas para realizarla es en primavera u otoño porque por estos parajes con excesivo calor debe de ser un infierno. En cuanto a disponibilidad de agua, si que vimos en algunos pueblos la existencia de fuentes pero desconocemos si tenían agua o no, pues nosotros contábamos con ayuda extra, aunque con un camelback con 3.0 l y una botija se hace bien.
El horario medio orientativo es que en 3.5-4.0 horas se hace sin problemas.
Un saludo y hasta la próxima.
La ruta, aunque fácil de seguir, tiene sus cosillas que os explicaremos a continuación.
Datos de la ruta:
- Distancia recorrida: 74 kilómetros
- Altitud min: 1.049 metros, max: 1.242. metros
- Desnivel acum. subiendo: 845 metros, bajando: 1.044 metros
- Grado de dificultad:
moderado por el kilometraje
Fácil por su seguimiento y dificultad técnica
- Tiempo***: 6 horas 30 minutos (Sin descontar tiempos de descanso)
- Fecha: julio 01, 2012
- Finaliza en el punto de partida (circular): No
Puntos de Interés:
- Avila.
- Municipio de Brieva.
- Municipio de Berrocalejo de Aragona.
- Municipio de Mediana de Voltoya.
- Puente Romano sobre el Voltoya (Municipio de Ojos Albos)
- Municipio de Blascoeles.
- Municipio de Villacastín.
- Municipio de Ituero y Lama.
- Municipio de Zarzuela del Monte.
- Dehesa de San Pedro de las Dueñas.
- Municipio de Abades. (Vía Crucis)
- Municipio de Torredondo.
- Municipio de Perogordo.
- Segovia
Hace unos meses, cuando retomamos esto de la bici y tras unas cuantas salidas, nos empezó a entrar el gusanillo de hacer alguna ruta con algo más de dificultad y cómo no, lo más fácil para ello es aumentar el kilometraje.
Todo esto, unido a la exploración de nuevos caminos y a la obsesión de atravesar ciertos tramos de la ruta por distintos puntos y parajes, hizo que todo fuese tomando forma; además es una buena excusa para ir a comer cochinillo. :-)
El día elegido, el día 30 de junio y la andanza la íbamos a realizar cinco amigos, que cada uno la ha estado preparando a su manera, unos saliendo con puntualidad germana todos los sábados y fiestas de guardar por sendas y caminos, otros por carriles bici abarrotados de personal y otro .... "a este no le hace falta entrenar, trabaja entrenando".
El caso es, que madrugamos de narices y comenzamos la ruta a las 7:00 AM, partimos del parking del C.C El Bulevar metiéndonos por el paso inferior que cruza la circunvalación para acceder al archiconocido cordel de la Moruchas, que nos lleva al municipio de Brieva.
En estos inicios lo primero que sentimos es, que hemos acertado con el día, pues la temperatura ha caído y de que manera, después de llevar una semana bajo la ola de calor africana que no nos deja ni dormir. Pero, ¡redios!, en las bajadas hace un frío que pela y yo personalmente espero con buen agrado las primeras pendientes, para poder entrar en calor.
Desde Brieva y accediendo por un antiguo camino atravesando prados llenos de cardos y conejos, siguiendo las sendas que deja el ganado, rápidamente llegamos a Berrocalejo de Aragona, que atravesaremos por su parte Este, hasta llegar a la N-110 que la cruzaremos para acceder al camino rural que unía antiguamente este municipio con Mediana de Voltoya, siguiente objetivo. Es en este punto dónde comenzamos a acometer las primeras rampas por camino bien marcado y ancho, que nos llevará al río Voltoya tras una rápida bajada y dónde podremos observar un antiguo puente romano que lo atraviesa, que queda totalmente minimizado al lado de las imponentes pilas de los viaductos de la AP-51.
Siguiendo camino por la antigua N-110 sin tráfico alguno llegamos al cruce de Ojos Albos, donde tomaremos la nacional unos 4 km hasta el cruce con la AV-P-206 para llegar a Blascoeles.
Cabe decir, que este tramo ha sido un verdadero quebradero de cabeza para nosotros, pues no queríamos tener que pillar carretera, pero nos ha sido imposible ya que toda la zona desde Tolbaños hasta Blascoeles y desde Ojos Albos hasta Santa María del Cubillo, están gobernadas por dehesas y fincas particulares de uso agropecuario y muy celosas de mantener alta seguridad, pues tienen puertas y más puertas, altas como torres y con candados y más candados.
"Ojala!!!! no pierdan las llaves" ¡No entendemos esta manía de poner, este tipo de puertas al campo!
Es aquí, en Blascoeles, dónde empieza lo bueno de verdad, pues, primero hay que coronar la meseta, bajar al río Cardeña y volver a subir a la meseta, os garantizo que aquí se entra en calor, es en este punto de la ruta dónde se supera la máxima pendiente que subiremos en el día de hoy, con puntos que rondan el 21% y la longitud total del tramo es de 1 km. ¡Qué Km!. Aquí, ya no hay excusas que valgan hay que subir y fuera, el camino es de unos 2 m de ancho y bien definido pero lleno de cantos que dificultan el avance, tras sudar la gota gorda y a base de pedalear y darle candela al camelback llegamos arriba donde paramos para reagruparnos y para tomar un pequeño respiro. La toponimia del lugar nos indica que a esta zona se la denomina "La casa del Patrón", ¡menudas cuestas se gasta el patrón!
Retomando el camino, pillamos uno mucho más ancho y sobre todo más llano con bastante arena que dificulta el rodar rápido, que nos llevará, primero por un encinar muy poblado y después por una estepa, en la que incluso se cuenta con un aeródromo que rodearemos, al municipio segoviano de Villacastín. Es en este punto y habiendo cumplido 31.5 km y 2 h, donde paramos a retomar fuerzas en el Rte.Victoria, tras el refrigerio con bocata incluido, salimos zumbando por las calles del pueblo hasta interceptar la N-VI que atravesaremos por una pasarela. Posteriormente bajaremos por un camino estrecho y totalmente destrozado por torrenteras, hasta dar de nuevo con la N-110 que la seguiremos unos 700 m.
¡Ojo en este punto, mucho cuidado con el cruce para coger el siguiente camino, pues salimos de una curva muy cerrada de derechas y nos tenemos que cruzar a la izquierda y los vehículos que vienen por nuestro carril, No, nos ven!
Ya desde este punto, nos olvidaremos de la carretera nacional. Es por este último camino, por el que bajamos hasta el pueblo de Ituero y Lama, se trata de un caminillo poco definido y que nos lleva a entrar al pueblo por unas cercas y prados ganaderos dónde nos encontraremos un par de puertas que deberemos dejar bien cerradas. Atravesando el pueblo siguiendo la carretera, bajamos al río Piezga, dónde comienza la segunda subida del día con cierta importancia en la que, algunos nos probamos "gratamente" y otros se sorprenden, un poco desalentados por su longitud, 900 m y su desnivel en algunos puntos y que además en estos puntos el camino siempre está repleto de cantos y piedras que nos hacen patinar de lo lindo.
Una vez arriba y retomando el aliento proseguimos camino hasta el cercano pueblo de Zarzuela del Monte dónde nos encontraremos con unas ayudantes de 10, pues ellas son las que llevan los coches escoba con agua fresca y avituallamiento. Tras rellenar mochilas y botijas nos despedimos de ellas hasta el próximo punto de encuentro que será en Abades 17 km más adelante.
Es, entre estos dos pueblos, donde encontraremos una de las zonas más bonitas de la ruta. Atravesaremos la SG-232 y discurriremos paralelos a la dehesa cercana al Caserio de las Dueñas, donde está instalada la Yeguada Centurión, que la rodearemos sin dejar de observar una buena cantidad de preciosos caballos, en parajes de enormes campos de cereal junto a prados interminables, aquí el camino es ancho y muy asequible.
Una vez abandonamos estas fincas nos adentramos en una zona de rivera fluvial donde confluyen dos arroyos el Cárcavas y el Abades de poco o nada caudal es esta época del año. Es aquí dónde la ruta puede ser un tanto liosa sino se cuenta con un gps o con algún plano, pero nada del otro mundo. Nos encontraremos con una puerta ganadera muy rudimentaria y otra unos metros más adelante, esta zona se puede pasar sin tener que abrir ambas puertas por su margen izquierdo y bordeando los campos de labor.
Desde aquí el terreno se vuelve mucho más llano y con vistas mucho más extensas puesto que se abren los grandes campos de cereal, que, aunque esta imagen invita a la confianza de que el terreno será mucho más llevadero, esto no deja de ser un sube y baja continuo y por caminos anchos de concentración parcelaria pero que en muchas ocasiones se encuentran con zonas llenas de arena que incomodan la marcha que da gusto, es como andar por la playa, pero lejos del agua.
Entrando por unas choperas cercanas al pueblo de Abades nos volvemos a encontrar con nuestras "sufridoras" del coche escoba que nos dan ánimos y nos abren la nevera con una exquisita sandía fresquita que nos refresca y nos sienta de perlas, tras unos instantes de parada y cachondeo nos volvemos a montar en las máquinas y nos dirigimos "veloces como rayos" a nuestro nuevo objetivo que es el pueblo de Torredondo, 7.5 km más abajo y al que entraremos por su parte suroeste a través de un puente prácticamente derruido y que a algunos nos hace echar pie a tierra. (Días antes pasamos con un TT con un par ......¡En la garganta!)
Antes de comenzar el descenso a Torredondo, ya vemos la silueta de la catedral de Segovia que nos sube el ánimo de una manera sin igual, que a algunos les hace soñar en estos momentos con el premio final. "cochinillo para unos y bajarse del sillín para otros".
Ya con la miel en los labios del final de la etapa, cruzamos de nuevo la N-110 y acometemos una leve subida que da acceso a la localidad de Perogordo desde donde acometeremos un descenso hasta el Arroyo Tejadilla afluente del Río Eresma y que nos hace temer lo peor, ¡Si bajamos y bajamos habrá que volver a subir! y así es, 900 m de subida de regalo, con una pendiente no muy potente, pero que en ocasiones hace daño, mucho daño, ya sea por los 70 km anteriores, los cantos rodados, el calor (aunque ha hecho de cine), o que uno en este punto esta hasta los mismisimos de bici.
Una vez coronada la cuesta llegas al Hospital General y saltas de nuevo la carretera para entrar en una vía verde que hace un pequeño rodeo que nos aleja de los coches, pero que al final tenemos que volver a ver en la misma avenida para afrontar la entrada a la calle principal que nos llevará justo debajo del acueducto, final de la ruta. !!!! Lo hemos conseguido ¡¡¡¡ Aquí ya todo lo malo se olvida y comienzan los chascarrillos, los WhatsApp, las llamadas a las madres y a las novias, las felicitaciones de amigos, etc...
!!! parece que hemos ganado una eurocopa ¡¡¡
Y después de estos momentos de algarabía nos encontramos con la osadas Jefas de Logística y toca asearnos, (otro descojone), cargar bicis y a buscar al preciado cochinillo, que es el culpable de todo este jaleo.
En fin, esperamos no haberos aburrido mucho y que si estáis animaros a hacerla os halla servido para despejar dudas. La ruta en si no es muy complicada, pero es necesario saber sufrir un poco en la bici y echar unas horillas encima de ella. Lo ideal como fechas para realizarla es en primavera u otoño porque por estos parajes con excesivo calor debe de ser un infierno. En cuanto a disponibilidad de agua, si que vimos en algunos pueblos la existencia de fuentes pero desconocemos si tenían agua o no, pues nosotros contábamos con ayuda extra, aunque con un camelback con 3.0 l y una botija se hace bien.
El horario medio orientativo es que en 3.5-4.0 horas se hace sin problemas.
Un saludo y hasta la próxima.
Podéis descargaros el Track.
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